¿Creíste que China ya tenía suficientes restricciones? Pues déjame decirte que si es así, estabas muy equivocado, el gigante asiático nuevamente ha encontrado una manera de dar de que hablar pues, esta vez ha prohibido los animes con temática violenta y/o erótica, trayendo así un nuevo cambio extremo en el como funciona la entretención dentro de la superpotencia asiática.

Así como lo lees, varios medios de comunicación alrededor del mundo, entre ellos el portal japonés Newsweek Japan confirmaron que el gobierno de China ha prohibido la producción y distribución de “contenido de animación vulgar o violento” dentro de su territorio, esto según dicho gobierno se hace con el fin de que las compañías produzcan “contenidos sanos” para la población.

Así pues, esto se dio a conocer luego de que el regulador de transmisiones de China, la Administración Estatal de Prensa, emitiera un aviso a última hora del día 24, en el cual pedía a los creadores de videos de animación en línea que creen obras “saludables” y sin violencia. A su vez, también dijo que alentaría la exclusión de contenido que fuera de naturaleza vulgar y/o sexual.

No obstante, aún se desconoce como terminaría afectando esta decisión a la industria del anime en Japón, puesto que existen muchas compañías chinas las cuales son subcontratadas para procesos de animación en ficha industria en el país nipón.

Asimismo, la Administración de Prensa del Estado señaló que los niños y jóvenes son los principales espectadores de las producciones de anime que son distribuidas allí. Del mismo modo, varias instituciones calificadas dijeron que necesitaban transmitir contenido que “promueva la verdadera bondad”.

Para finalizar, hay que resaltar que el Partido Comunista de China ha endurecido su presión sobre la industria del entretenimiento en los últimos meses, lo cual acabar por darle más peso a esta decisión, esto se ve reflejado en declaraciones como esta:

«El Partido Comunista pretende reprimir los contenidos violentos, vulgares o pornográficos de sus medios de transmisión».