Antes de empezar debo comentar a todos que esta reseña contiene SPOILERS entonces, ya sea que ya viste la cinta y quieras comparar los puntos de vista o que literalmente te vale madre la vida y quieres saber qué pasa (pinche desesperado), pásale a lo barrido.

Empecemos por decir que esta cinta arranca justo después del final de “Far From Home“, donde Misterio engañó al mundo y le hizo pensar a todos que Spider-Man lo había matado, además de revelar que Peter Parker es este mismo. Por lo cual, la vida de Peter da un giro inesperado (no un giro de 360º, porque volvería al mismo lugar, Matemáticas hijo), pues tiene que salir de su departamento y vivir con Happy junto con su tía May, además de ser prácticamente enjuiciado por el caso de Misterio.

La primera gran revelación es que de la persona que llega a tratar de sacar a Peter de todo este embrollo es nada más y nada menos que Matt Murdock (Dare fucking Devil is back Mother Fuckers, sorry estoy muy emocionado) interpretado nuevamente por Charlie Cox. Su reintroducción al UCM era una de las más esperadas, aunque a decir verdad apenas y tiene tiempo en pantalla; quizá lo más interesante fue que atrapó un ladrillo que un vecino avienta al departamento, mostrando sus capacidades como superhéroe. Matt Murdock no tiene mucho que hacer en la cinta, pero sin duda su participación alegró a todos (yo incluido, claro) porque comprueba que la serie de Daredevil no terminó en su tercera temporada y mejor aún, que podría tener su propia película, así como compartir pantalla con Los Vengadores o Spider-Man; sobre esta participación (más bien cameo) no se puede decir mucho más, simplemente que gracias a Kami-sama y a que el productor Kevin Feige tuvo un aprecio por los actores que aparecieron en serie de Netflix, sin duda será una gran inclusión al UCM.

Siguiendo con lo sucedido en la cita, llegamos a la participación de Dr. Strange quien ayuda a Peter a crear un hechizo para que todos olviden la identidad de Spider-Man, sin embargo el pinche Peter al estar agregando personaje tras personajes al hechizo para que no todos olvidarán su identidad secreta, hace que se vaya al carajo y provoca que villanos de otros universos que conocieron a Peter Parker sean traídos al UCM. Al Duende Verde, Doc Ock y Electro el multiverso los atrae antes de su muerte y a Lizard junto con Sandman simplemente los trae por su vínculo con Spidey. La participación de Alfred Molina como Doc Ock es simplemente espectacular, literalmente este hombre nació para interpretar al personaje y es de destacar el momento en que se vuelve aliado de Peter, justamente para que el arco de redención del personaje en Spider Man 2 no fuera echado a la basura; aunque sí tuvo su momento para hacerla de villano y también lo hace de manera magistral, eventualmente recupera ese gran regreso del Otto bondadoso que a los fanáticos de antaño encantó, mostrando todas las capas que tiene el personaje.

En cuanto a los otros villanos, es verdad que todos lo hacen muy bien, pero no se recupera del todo la esencia que tenían en sus propias películas, sobre todo porque no parecen tener una motivación real durante la cinta y no existe un vínculo con el Spider-Man de Tom Holland, entonces son malos porque tienen que ser malos y porque la película así lo demanda. La cinta tiene que encauzar la trama hacia el punto donde Peter no quiere regresarlos a su universo para intentar salvarlos o curarlos.

Esto crea una gran disyuntiva, por un lado el hecho de tratar salvar a todos es algo que el personaje de Spider-Man haría, no importa si en su vida hicieron algo terrible. Spider-Man es un personaje que es conocido por dar segundas oportunidades, pero por otro lado el que Peter lleve a todos los villanos a la casa de Happy y les de acceso a tecnología Stark como si fueran sus amigos de toda la vida parece completamente arriesgado e irracional (si wey, pásale a la cocina, ¿Quieres unos huevitos? ¿Quieres que te de acceso a tecnología que puede destruir a toda la humanidad? No hay pedo, ya somos compas). Estos momentos tratan de hacer a Peter un personaje empático, pero la verdad termina pasando como alguien completamente ingenuo y crédulo, evidentemente dejar pasar a una casa (que ni siquiera es suya, es de pinche Happy, cuánta confianza) a los villanos que sabes que ya pelearon con otros Spider-Man y que además murieron por ello (porque se lo dicen, es su destino perecer en manos del Hombre Araña) termina siendo un error muy costoso, pues el Duende Verde hace que todos se revelen y el acto bondadoso de Peter termina provocando la muerte de la tía May.

Es cierto que los Peters de las sagas pasadas habían sido culpables indirectamente de la muerte del tío Ben, ese gran error los forjó, los ayudó a crecer y a desarrollarse como Spider-Man; en este sentido, parece algo interesante que al no tener un tío Ben en el UCM, la tía May ocupe ese puesto aquí de guía espiritual y forjadora del temple de Spider-Man, incluso diciendo la famosa frase de “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” esto da un giro muy interesante a la historia de origen de este superhéroe; porque hasta este momento solo habíamos tenido a la tía May parecida a los comics, la mujer preocupada por su sobrino, la madre sobreprotectora a la cual Peter tiene que proteger y/o salvar y es lógico que con la existencia del multiverso el Peter de Tom tenga una nueva ancla moral en May.

Es difícil dejar de lado la manera en que Peter pone en riesgo a la tía May, es sin duda muchísimo más incoherente que en las sagas pasadas, digamos que con los otros Spider-Man fue un acto de desconocimiento y el no saber que sus acciones iban a repercutir de esa manera en sus vidas, pero este fue un acto de total irresponsabilidad. Por otra parte, el mensaje de la película acerca de, que no está mal creer que las personas pueden cambiar y que Peter a pesar de todo hizo lo correcto es algo que define también define al personaje de Spider-Man, sobre todo porque al final si termina curando a los villanos y dándoles una segunda oportunidad, lo que de alguna manera justifica el sacrificio de May.

El asesinato de la tía May por el Duende Verde es un claro guiño, de que este personaje es el villano más terrible de Spider-Man, no solo de las películas; sin embargo, no se siente un golpe tan visceral y dramático como con la muerte de Gwen Stacy en la saga de Andrew Garfield o dejando de lado las muertes, con los momentos en que este mismo Duende Verde puso en riesgo la vida de MJ y de la tía May en la saga original, porque ahí existía un vínculo muy personal, debido a la relación que existía entre Peter y Norman, lo que vuelve a este momento mucho más intenso. En esta película el Duende mata casi por accidente a May, solo porque se cruzó en su camino y no por un acto de malicia y placer propio del personaje.

El ciclo del sacrificio de May si termina teniendo un peso crucial para Peter, lo que lo lleva a cumplir su ideal de que siempre debe de ayudar a costa de todo, un mantra que caracteriza al personaje en los cómics y en las películas. El lugar donde finaliza el Spider-Man de Tom Holland en la cinta lo coloca más cerca de los Spider-Man de Maguire y Garfield, como un personaje atormentado por su pasado y con miras a historias más adultas.

Hablemos ahora del secreto peor guardado de la historia del cine, el “Spider-Verse“. Se hizo un buen trabajo despistando a los fans, creando la duda de si de verdad aparecerían o no en esta película los dos Spider-Man anteriores y al mismo tiempo alimentando el hype. Se creó una obra de misterio e interés sin precedentes sobre la película y es que la verdad sea dicha, si no hubieran aparecido estos personajes en la película más de uno hubiera quemado la sala de cine (obvio yo no, guiño guiño). El hecho de que Ned, de la nada pudiera abrir portales (se la mamaron) y fuera él quien trajera a estos héroes, le resto solo un poco de emotividad al momento (igual grite de la emoción cuando paso). La presentación de lo Spider-Man fue bastante distante de los que muchos hubieran pensado, se creía que aparecerían en el momento justo para ayudar al Spider-Man de Tom, dándole ese aire de misticismo y epicidad que tal vez necesitaba un evento de esta magnitud. Aun así, en ambos momentos la sala de cine se cayó a pedazos y más de uno de los presentes soltó una lágrima, ¡el sueño se hizo realidad!

Andrew Garfield y Tobey Maguire son las cerezas del pastel en esta cinta, la participación de estos dos actores le da un realce al filme, verlos pelear juntos es un evento histórico y sin precedentes. La química entre los tres es electrizante, Andrew roba escena cada que tiene un diálogo y Tobey es ese Peter Parker con el que muchos de nosotros crecimos y con el que algunos experimentamos por primera vez una sala de cine, tiene ese aire de nostalgia que solo a los más viejos nos hace añorar por aquellos años. El momento donde se logran conectar los Spider-Man es cuando Peter está devastado por la muerte de May, por lo cual Maguire y Garfield comparten sus historias de pérdida, un momento muy fuerte y donde se ve la conexión multiversal de los personajes, el vínculo de la pérdida termina funcionando lo suficiente para que la película llegue a su clímax.

Al final de la cinta Peter logra redimir a los villanos y Dr. Strange lograr que todos olviden la identidad de Peter, no como Spider-Man sino como persona, por lo cual el multiverso vuelve a ser contenido… por ahora. La secuencia final de la pelea que involucra a todos es simplemente hermosa, seas fan o no de los personajes, hace que no quieras ni pestañear para no perderte de un solo momento de lo que esta pasando en pantalla. Todos tienen su momento para brillar, Andrew puede redimir un poco la conciencia cuando salva a MJ de caer, cosa que no pudo lograr con Gwen y Tobey puede volver a ver ese Otto que tanto admiraba al principio de su relación.

El hecho de que el Peter de Tom Holland, tenga que enfrentar las consecuencias de lo ocurrido en los eventos de la película por sí solo, genera que la evolución del personaje termine en un acierto final en la cinta y es que Peter deje atrás los trajes de Stark y se crea uno propio con un diseño muy similar al traje original The Amazing Fantasy No. 15 (el traje original de Spider-Man), desvinculandose por completo de ese atavío que venía arrastrando desde su primera aparición en el UCM. Esto no sólo demuestra que Peter ha crecido como personaje sino que Spider-Man; debe ser su propio héroe, con un camino bien definido.

Se ha sentado un precedente de lo que una película puede hacer y demuestra a Hollywood, de cierta manera que lo que antes era impensable no lo es. Spider Man: Into the Spider-Verse puso la primera piedra y No Way Home ha puesto otra, donde se comprueba a los grandes estudios que no es necesario pensar de forma tan cuadrada, a veces las ideas locas son válidas y pueden llegar a lograr cosas interesantes y además demuestra que los fans siempre tenemos la razón, bueno no siempre, ustedes me entienden.

Este ha sido un viaje extraordinario y ha merecido la pena cada maldito segundo la espera por verla. Se agradece que se tomen riesgos y que se buscan nuevas maneras de sorprender a la audiencia, por que en estos tiempos donde todo es posible ya es muy difícil sorprenderse.

Solo me queda decir Gracias y que la volveré a ver mil veces más.